transparencia digital

La equidad y la transparencia en el entorno digital también se extiende a los empresarios

En los últimos años, las plataformas de intermediación en línea se han convertido en herramientas esenciales para los empresarios que buscan incrementar su presencia en el mercado digital.

Sin embargo, esta creciente dependencia económica ha generado una situación en la que el equilibrio de poder entre las partes se ha visto afectado, dando lugar a un entramado de contratos que, en muchas ocasiones, no favorecen a estos empresarios que son absolutamente dependientes de la propia plataforma a través de la que ofrecen sus productos y servicios.

En respuesta a este escenario, el Parlamento Europeo y el Consejo aprobó el Reglamento (UE) 2019/1150, con el objetivo de fomentar la equidad y la transparencia en las relaciones entre los usuarios profesionales y las plataformas de intermediación en línea.

En este sentido, podemos reconocer hasta cuatro ejes de defensa de los empresarios en este Reglamento, a los que nos referiremos en este artículo: Los contratos de adhesión, las políticas de infracción y sanción, sistemas de rating y de solución de conflictos.

  1. Contratos de adhesión: un análisis detallado

Los contratos de adhesión son aquellos en los que las condiciones generales son establecidas por una de las partes, y la otra debe aceptarlas sin posibilidad de negociación. En el contexto de las plataformas en línea, esto puede generar cláusulas abusivas o desequilibradas a favor de la plataforma.

Hemos analizado las condiciones generales de muchos de estos contratos, identificando cláusulas dudosas, por ejemplo los incrementos de cuota por servicios de entrega de comida a un restaurante si utiliza otras plataformas.

  1. Políticas de infracción y sanción: asesoramiento especializado

Las políticas de infracción y sanción establecidas por las plataformas en línea pueden resultar excesivas o desproporcionadas en algunos casos. En función de la autonomía de la voluntad, la plataforma puede tomar medidas drásticas, como vetar el acceso del empresario, lo que puede tener un impacto negativo significativo en su negocio.

Para abordar este desafío, pueden analizarse las políticas de infracción y sanción, asegurándose de que cumplan con los requisitos básicos, como la motivación adecuada de las sanciones. En todo caso, siempre convendrá preparar unas alegaciones y recursos bien fundados, para evitar sanciones o medidas que consideramos contrarias a derecho, que en caso de ser finalmente impuestas, puedan ser correctamente atacadas en pleito.

  1. Sistemas de rating: garantizando la transparencia

Los sistemas de rating son un componente clave en la economía de plataforma, ya que influyen en la percepción de los usuarios y, en consecuencia, en su comportamiento de compra. Sin embargo, la falta de transparencia en los algoritmos de rating puede generar situaciones de desventaja competitiva para los empresarios.

Esta transparencia ha de ser multidireccional, para permitir a todas las partes involucradas (usuario-empresario, empresario-plataforma y usuario-plataforma) tener una comprensión clara de los criterios y factores que influyen en los ratings.

Una prueba de la relevancia que tiene esta cuestión es la creación, por parte de la Comisión Europea, del Centro Europeo para la Transparencia Algorítimca. [1]

  1. Solución de conflictos: estableciendo sistemas eficientes y justos

Los conflictos entre usuarios, empresarios y plataformas en línea son inevitables. Para garantizar la solución efectiva de estos, el propio reglamento establece las directrices para implementar sistemas internos de reclamación, así como la posibilidad de acudir a sistemas alternativos de resolución de conflictos como la mediación.

No obstante, tanto los empresarios como las plataformas y usuarios tienen la posibilidad de acudir a la vía judicial en cualquier momento. En estos casos, es fundamental contar con un asesoramiento adecuado que permita diseñar la estrategia procesal más adecuada, así como recabar los medios de prueba idóneos que en ocasiones pueden ser más difíciles de obtener al estar en un entorno digital.

En definitiva, la economía de plataforma se ha construido en un marco contractual multilateral entre los usuarios, las plataformas y los empresarios que utilizan estás plataformas para prestar sus servicios y vender sus mercaderías. Y este marco contractual debe ser analizado con el fin de evitar posteriores conflictos, o en caso de que estos acontezcan, explorar las vías de solución que sean las más adecuadas. Si bien es notorio que los consumidores y usuarios gozan de la máxima tutela, los empresarios que son dependientes de las plataformas también tienen un régimen de protección que equilibra estas relaciones contractuales.

[1] https://algorithmic-transparency.ec.europa.eu/index_en

 

 

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