CIAMIC: llega el arbitraje y la mediación a las industrias creativas

Hace algunos meses reflexionamos -desde G&A- sobre la importancia de la mediación y el arbitraje como mecanismos ágiles, efectivos, flexibles y económicos de resolver aquellos conflictos, susceptibles de “patrimonialización”, generados dentro del sector cultural, y del impacto positivo que podría tener su adopción para el desarrollo de las industrias creativas[1]. Convertidas en un sector económico estratégico para la competitividad y la innovación, tanto nacional como internacional, las industrias creativas son fuente de riqueza y empleo, pero también son generadoras de conflictos de índole económico y laboral que encuentran su origen en situaciones de desigualdad y vulnerabilidad, en el abuso de la posición dominante de la administración y en la inseguridad jurídica.

Vivimos en un mundo que atraviesa intensos y rápidos cambios en las formas de crear, comunicar, consumir, compartir y de proteger la cultura en todas sus manifestaciones. La enorme trascendencia que tiene el desarrollo de la red digital en las industrias creativas y, sobre todo, en la protección legal de obras y derechos de autor, así como la informalidad y temporalidad a la que se pueden someter las relaciones laborales de los creadores y artistas, son sólo algunas de las circunstancias particulares y problemáticas que caracterizan este sector en la actualidad.

La importancia de las industrias creativas, en su sentido más amplio, es innegable. No sólo por ser fuentes generadoras y transmisoras de valores y contenidos simbólicos que dotan de identidad y de elementos diferenciadores a las sociedades, con un reconocido papel en la promoción de la diversidad cultural, sino además porque su aporte a la economía es indiscutible. De acuerdo a los datos recogidos en el Anuario de Estadísticas Culturales 2018[2], durante el 2017, el sector cultural aportó un 3,35 al PIB español incluyendo las actividades económicas vinculadas a la propiedad intelectual. El porcentaje de empleo cultural que se desarrolló en empresas relacionadas con actividades culturales, teniendo en cuenta ocupaciones que tienen una dimensión cultural tales como escritores, artistas, archivistas, bibliotecarios, etc., arrojó una cifra de 687,2 mil personas, correspondiente a un 3,7% del empleo total en España.

En respuesta a las necesidades planteadas del sector de las industrias creativas surgió -en Junio de 2018- como una iniciativa privada de un grupo de juristas españoles, la Corte Iberoamericana de Arbitraje y Mediación de las Industrias Creativas – CIAMIC. Esta Corte responde a la alta especificidad del sector cultural (industrias creativas, arte y patrimonio) que demanda un sistema ágil y económico de resolución de controversias surgidas entre los diversos y numerosos agentes del sector, facilitando el ejercicio de los derechos de las personas, empresas e instituciones a través de la atención a consultas, la emisión de dictámenes y la resolución de controversias mediante las instituciones de la mediación y el arbitraje.

CIAMIC encuentra respaldo en iniciativas europeas que tienen por objeto desarrollar herramientas para lograr la descongestión judicial a través de proyectos como el Programa de Justicia de la UE 2014-2020[1], el cual busca “construir un espacio europeo de justicia”, promoviendo el mejoramiento de los mecanismos de acceso a la justicia. A nivel nacional con la aprobación del Anteproyecto de la Ley de Impulso de la Mediación, en enero de 2019, se busca superar el modelo vigente de la mediación de carácter voluntario y se propone un nuevo modelo de mediación de “obligatoriedad mitigada” para la resolución -extrajudicial o intrajudicial- de conflictos en materias civil y mercantil. Quizá sea éste el momento idóneo para introducir como propuesta la mediación en los asuntos culturales y creativos que conlleven al fortalecimiento del sector.

El objetivo principal de CIAMIC es consolidarse como la primera Corte Iberoamericana enfocada específicamente al sector de las industrias culturales, tanto en España como en América Latina; sin embargo, también busca generar una plataforma desde la cual se hagan visibles las iniciativas encaminadas a la promoción y sensibilización respecto al uso de los mecanismos de resolución de conflictos sectoriales en el país y en la región. CIAMIC quiere apoyar y coordinar iniciativas para que las condiciones económicas, fiscales, legales, sociales y culturales, que caracterizan las industrias creativas, mejoren y favorezcan su desarrollo de una manera más justa y equilibrada, siendo éste, quizá, uno de los mayores retos a los que se enfrenta.

Hasta el momento se ha trabajado en la conformación de un nutrido panel de árbitros y mediadores españoles y latinoamericanos con una probada trayectoria en la resolución de conflictos y larga experiencia en diversos ámbitos jurídicos como el derecho de la cultura, administrativo, mercantil, financiero y la propiedad intelectual. Públicamente se han llevado a cabo presentaciones en Bilbao en el marco de BIME[2] – Conferencia y festival de música internacional-, y más recientemente en Medellín en el marco de Circulart[3] – Plataforma y mercado de la industria de la música y artes escénicas-, evento al que fueron invitados Patricia Gabeiras y Jesús Prieto de Pedro, ambos árbitros y miembros de la Junta Directiva de la Asociación que está detrás de la Corte.

 

[1] Adoptando la definición de la UNESCO de Industrias Creativas como “aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial”.

[2]http://www.culturaydeporte.gob.es/dam/jcr:eb5b8140-e039-42ab-8e24-500fddc5b2a4/anuario-de-estadisticas-culturales-2018.pdf

[3] https://www.bime.net/

[4] https://circulart.org/2019/

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