Sobre la movilidad de artistas en los países del espacio Schengen

La facilidad que proporcionan las nuevas tecnologías para el descubrimiento de nuevos artistas a través de las plataformas, que se pueden dar a conocer sin ningún tipo de traba burocrática, colisiona con las dificultades a las que los artistas, músicos, actores, intérpretes y otros profesionales de la cultura tienen que hacer frente a la hora de gestionar su movilidad entre países.

Si bien en este momento estamos atravesando una crisis sanitaria excepcional y sin precedentes, que ha conllevado la necesidad de restringir el movimiento de personas, en una situación de normalidad, los artistas, músicos, actores, intérpretes y otros profesionales de la cultura se ven en la necesidad de movilizarse entre países con mucha frecuencia para la realización de su trabajo. A modo de ejemplo, cada año, durante el periodo estival, multitud de artistas y profesionales de la música tienen que viajar entre diferentes países para asistir a los numerosos festivales que se celebran y para ello tienen que solicitar los correspondientes visados.

Estas trabas burocráticas y las grandes dificultades que plantean para la movilidad internacional de los agentes en este sector, pueden tener como resultado un empobrecimiento de la oferta y la diversidad artístico-cultural global.

Ante esta situación, y en aras a analizar esta problemática y a proponer soluciones para solventarla , en noviembre de 2019 la Fundación Gabeiras  organizó el Aula Encuentros titulada El Pasaporte cultural: cómo afrontar las restricciones a la libre movilidad de los artistas para garantizar la diversidad, cuya ponencia fue ofrecida por Luis A. Albornoz, profesor titular del Departamento de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid y que suscitó gran interés entre los profesionales del sector cultural. Una de las muchas reflexiones extraídas de este encuentro fue la complejidad de concentrar en un marco normativo las reglas que afectan a la movilidad de artistas y profesionales de la cultura.

Pues bien, para mitigar esta preocupante situación, la European Festivals Association (EFA) y Pearle *-Live Performance Europe, dos de las asociaciones europeas  referentes en el sector de las artes escénicas y musicales,  han desarrollado The Ultimate Cookbook for Cultural Managers. Visas for third country National Artists travelling to the Schengen Area, financiado por el Programa Europa Creativa de la Unión Europea, con el objetivo de incrementar el conocimiento legal y en cooperación transfronteriza de agentes y promotores culturales.

A través de este Ultimate Cookbook for Cultural Managers, se busca simplificar y facilitar el acceso a la normativa europea, relativa a la movilidad transfronteriza de ciudadanos pertenecientes a terceros países del espacio Schengen y que quieren desarrollar su actividad en cortos periodos de tiempo de hasta 90 días en periodo de 180 días y que se aplica a artistas, giras y distintos profesionales de la cultura.

Es importante recordar que el espacio Schengen aglutina a 26 naciones europeas que acordaron eliminar sus fronteras interiores entre sí, para liberalizar la circulación, excluyendo toda restricción de personas, bienes, servicios y capital, a través de una armonización de normas comunes a los países firmantes en materia de control de fronteras.

Hay que tener presente, y así lo enfatiza el Cookbook, que en la Unión Europea existe una normativa general para aquellos que soliciten un visado por un periodo de tiempo determinado en el espacio Schengen, pero no hay una regulación migratoria específica y sectorial en materia laboral y cultural. No existe un “visado cultural” específico para trabajadores de la cultura que soliciten trabajar en el espacio común, por lo que es importante atender a la legislación de los países firmantes sobre contratación para profesionales de la cultural.

Con este documento, se trata de presentar de manera sencilla y armonizada las reglas relativas a este espacio y que afectarían a actores de terceros países que desean solicitar visados en la zona Schengen, para periodos de tiempo inferiores a los 90 días. En caso de querer permanecer un tiempo superior a 90 días, se aplicaría la legislación relativa al país correspondiente, aplicándose un visado distinto, o un permiso de residencia.

El cookbook incluye una guía práctica en la que explica la tramitación del proceso de aplicación del Schengen Visa, junto con una serie de recomendaciones y material complementario, que puede ser de gran utilidad para artistas y profesionales de la cultura.

Este tipo de iniciativas pueden generar un enorme impacto positivo en la internacionalización de las expresiones culturales, por facilitar el entendimiento de este trámite burocrático y favorecer el intercambio de las creaciones artísticas y la movilidad de sus creadores, reforzando el sistema de gobernanza para la cultura.

Si la cultura se fortalece a través de la diversidad y los intercambios culturales, es fundamental que se proteja, facilite y fomente la movilidad de estos agentes, y no solo de los artistas más consagrados, sino en especial de aquellos que se encuentran en situaciones más desfavorables. En la línea de lo que resalta Prieto de Pedro “tenemos un reto muy amplio que superar. Los países en vías de desarrollo tienen una dificultad enorme para llevar su cultura, su diversidad, a los países desarrollados” convirtiéndose éste, en un factor tremendamente importante a tener en cuenta.

Ahora más que nunca, es fundamental poner a disposición de los artistas y actores culturales todas las facilidades y herramientas posibles para que difundan y den a conocer su obra a través de una mayor y más ágil movilización, dado que el Covid-19 ha situado al sector cultural, en una crisis sin precedentes.

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