Avanzando hacia festivales circulares

Avanzando hacia festivales circulares

La crisis climática actual se ha convertido en una de las principales amenazas a la que tienen que hacer frente países, empresas y sociedad civil, dadas las graves consecuencias políticas, económicas y sociales que conlleva. Conscientes del reto que plantea el cambio climático y la degradación del medio ambiente, la Comisión Europea presentaba en 2019 el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta común para que Europa se convierta en un continente neutral para el clima en 2050 

 

En el marco del pacto mencionado, una de las líneas de acción consiste en impulsar la economía circular a través del plan de acción de economía circular de la Unión Europea, que pretende impulsar los procesos de economía circular, el fomento del consumo sostenible y la reducción de residuos. Con el ánimo de alinearse y cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea, entraba en vigor en España la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que introduce al ordenamiento jurídico español novedades en materia de generación y gestión de residuos.  

 

¿Qué se entiende por economía circular?  

En el Artículo 2 de esta ley encontramos que se trata de un «sistema económico en el que el valor de los productos, materiales y demás recursos de la economía dura el mayor tiempo posible, potenciando su uso eficiente en la producción y el consumo, reduciendo de este modo el impacto medioambiental de su uso, y reduciendo al mínimo los residuos y la liberación de sustancias peligrosas en todas las fases del ciclo de vida, en su caso mediante la aplicación de la jerarquía de residuos». 

 

La jerarquía de los residuos 

A raíz de dicha definición, es fundamental atender a uno de los ejes vertebradores de esta ley: el principio de jerarquía de residuos, que se ha convertido en un instrumento clave que permitía disociar la relación existente entre el crecimiento económico y la producción de residuos. Conforme señala el Artículo 8.1 de la Ley de residuos y suelos contaminados, la aplicación de la jerarquía de residuos supone la implementación de una lógica donde el objetivo es avanzar hacia el vertido 0. La jerarquía de residuos se basa en un principio claro, prevenir en primer lugar, seguido de la reutilización y el reciclaje, en lugar de desechar. Hablamos, por tanto, de «circularidad en la gestión de residuos» en lo referente al modelo de gestión de residuos basado en la jerarquía de residuos de la UE. Este modelo debe integrar cinco aspectos clave como son la prevención, reutilización, reciclaje, valorización y eliminación. 

 

La responsabilidad de quien produce los residuos 

Otro de los aspectos más relevantes y que revisa la mencionada Ley se encuentra en la responsabilidad ampliada del productor de residuos en coherencia con la normativa europea, al introducir el principio de “quien contamina paga”. Esto significa que una empresa que cause daños medioambientales es responsable de los mismos, por lo que debe tomar las medidas preventivas o reparadoras necesarias y sufragar todos los costes relacionados. 

 

La circularidad en los eventos de música en vivo

La aplicación transversal de esta legislación hace que uno de los sectores a los que apela dicha norma es el cultural, y más concretamente, los eventos de música en vivo dadas las miles de personas y agentes que movilizan en el marco de su actividad. La capacidad de impacto que generan estas producciones tiene grandes virtudes dada su capacidad de contribuir al tejido cultural de los territorios donde se desarrollan, de contribuir a la cohesión social o de aportar a la economía de la zona, pero no debemos olvidar las implicaciones ambientales que pueden generar.  

Entre los diferentes aspectos ambientales a los que tienen que atender un evento de música en vivo, uno de los más importantes es la política de circularidad que aplica a su producción. Los promotores de eventos de música en vivo, como personas (físicas o jurídicas) cuya actividad produce residuos, son considerados, conforme a la definición establecida en el Artículo 2 ab), productores iniciales de residuos por la misma. Como tales, se les aplica la regulación relativa a los mismos (Arts. 20 y ss.).  

Los promotores de festivales tienen, bajo este sistema, una serie de responsabilidades respecto a los residuos que se generan en sus eventos, mediante las cuales han de asegurar su adecuado tratamiento, de conformidad con la jerarquía de residuos. Para lograr un cumplimento de la normativa existente, alinearse con el Pacto Verde Europeo y los desafíos que plantea el cambio climático, es recomendable que los promotores de eventos de música en vivo cuenten con un Plan de Circularidad adaptado a la jerarquía de residuos de la Unión Europea.

La aplicación de la jerarquía de residuos a un Plan de Circularidad permite identificar áreas de oportunidad y establecer acciones específicas de mejora para avanzar hacia prácticas más sostenibles bajo el mismo marco. Este enfoque proactivo busca impulsar cambios positivos en la gestión de residuos, contribuyendo así a crear eventos más sostenibles y medioambientalmente responsables. 

Como parte de nuestro trabajo el pasado año colaboramos con la Asociación de Festivales de Música – FMA en la elaboración de la «Guía para avanzar hacia festivales de música circulares«, publicada en su web de acceso libre. Este documento busca facilitar a todas las personas que promueven, organizan y producen festivales la toma de decisiones para la integración de criterios de circularidad, a través de la incorporación de una serie de medidas tanto de carácter obligatorio como otras buenas prácticas existentes en el sector.

Desde Gabeiras impulsamos la creación de estas herramientas puesto conscientes de la gran importancia que tienen para el sector, ya que dotan de autonomía a los agentes culturales ayudándoles a implementar y avanzar en materia de sostenibilidad.

Somos un sólido equipo de abogados, con un alto perfil profesional y profundamente comprometidos con la sociedad y con nuestros clientes